Revolución Energética

Desde sus inicios, nuestro país se ha caracterizado por su economía exportadora de materias primas. Hoy, el cobre representa la mayor parte de los ingresos del país, pero este tipo de economía es justamente uno de los problemas que debe afrontar Chile como nación, pues casi no tenemos industrias y las materias primas que exportamos las compramos luego con un valor agregado de manufactura.

Nuestro mayor impedimento para una industrialización a gran escala es la dependencia energética. Debemos obtener combustibles fósiles de otras naciones y soluciones como la energía solar o eólica todavía están en pañales. Y no es sólo nuestro país: es bien sabido que los combustibles fósiles se agotarán en algún momento.

¿Sería posible entonces adoptar una nueva tecnología que sea igual de competitiva que éstos? Actualmente se está intentando utilizar el hidrógeno como fuente de energía renovable, pero debe ser almacenado a grandes densidades y pequeños volúmenes si se desea que sea realmente eficiente. En este contexto surgen las Buckybolas: esferas de carbono que almacenarían el hidrógeno en condiciones ideales.

¿Serían éstas las respuestas al dilema energético nacional? ¿O son, acaso, una revolución de proporciones inimaginables que cambiará el orden energético mundial?

Almacenadores de Carbono

Los Buckminsterfulerenos, conocidos también como Buckybolas, son esferas huecas, simétricas y con un átomo de carbono en cada uno de sus 60 vértices. Estos alótropos de carbono fueron descubiertos en 1985, en un intento por recrear moléculas que se creía que existían en el espacio interestelar. Llevan su nombre en honor a Richard Buckminster Fuller, quien ideó la cúpula geodésica, la cual tiene similitud con la estructura de las buckybolas.

Se está intentando entonces aprovechar las buckybolas para almacenar hidrógeno. Haciendo una analogía, podríamos decir que funcionan como jaulas de carbono. Al igual que un diamante, el cual también está hecho de carbono, las buckybolas poseen enlaces extremadamente fuertes, lo que les permite mantener volúmenes de hidrógeno con una enorme densidad en su interior, adquiriendo características similares a la de átomos metálicos.

Con esto, el hidrógeno se transforma en un combustible fácil de transportar y almacenar, además de ya ser limpio, renovable y fácil de obtener.

Hidrógeno es la Respuesta

El hidrógeno ya ha probado su efectividad en el pasado: fue el combustible utilizado para llevar al hombre a la Luna. Hoy se quiere utlizar como alternativa a los combustibles fósiles, pues gracias a las buckybolas, el hidrógeno puede ser utilizado a su mayor potencial, ya que estas esferas son capaces de comprimirlo y compactarlo a través de grandes presiones, optimizando así su manejo como medio energético.

Una vez que se tiene el hidrógeno al interior de las buckybolas, éstas son transportadas hacia una celda de combustible, la cual producirá energía eléctrica por medio de una interacción con átomos de oxígeno en renovación constante, una vez que las buckybolas liberen los átomos en su interior.

Sería posible que se use como combustible comercial para automóviles, pues se está investigando la forma en que las buckybolas se comercialicen en forma de polvo. Así, se puede proveer de energía a cualquier aparato que conste de una celda de energía. De hecho, muchas marcas ya cuentan con prototipos que se propulsan con hidrógeno, pero hasta ahora todavía tenían el problema del almacenamiento de este átomo.

De implementarse, se estaría reemplazando a los combustibles fósiles y pilas que representan un gran gasto y en caso de ser recargables, toman mucho tiempo.

Celdas de Energía

Ya mencionamos anteriormente que el hidrógeno es capaz de proveer energía a cualquier aparato que cuente con con una pila de combustible. Pues bien, la celda de energía o pila de combustible consiste en un dispositivo eléctroquímico que a través de la renovación constante de sus reactantes (Hidrógeno y Oxígeno) produce electricidad de forma similar a una batería.

El funcionamiento de las celdas de combustible se basa en la oxidación de hidrógeno en agua. La celdas tienen un ánodo, donde está el hidrógeno y un cátodo donde se encuentra el oxígeno. Estando éstos separados por una membrana electrolítica, su interacción produce electricidad, calor y agua.

Las celdas de combustibles se utilizan actualmente como fuente de energía en lugares remotos, tales como naves espaciales, estaciones meteorológicas, etc. Pero el problema del almacenaiemnto siempre había estado presente. Con el avance de las Buckybolas, se podría masificar el uso de las celdas de combustibles, extendiéndose potencialmente hacia automóviles, aviones, trenes y medios de transporte en general.

2015: Futuro demasiado cercano

No creemos que sea posible que se adopte esta tecnología en Chile para esta fecha debido a diversos factores:

En primer lugar, hemos de analizar el nivel de desarrollo que tiene esta tecnología, la cual aún no se encuentra en condiciones para ser implementada a gran escala.

Otro punto a considerar es el nivel de desarrollo con que cuenta nuestro país, pues todavía es muy pronto para considerar que se instalaría en el 2015, teniendo presente lo que se demoraría en construir la infraestuctura para poder mantener equipos que funcionen.

Finalmente, se deben tener en cuenta los intereses de los productores de petróleo, que utilizarán toda su influencia y capital para detener este tipo de alternativas radicales hasta que realmente escasee el combustible fósil (30 a 50 años más), pues las Buckybolas son una competencia directa con éste.

Pero en un futuro más lejano...

A nuestro parecer, utilizar el hidrógeno y las buckybolas como fuente de energía es una alternativa perfectamente viable, pero también creemos que es un error tener sólo una forma de sustento energético. Hoy en día, por ejemplo, el país tiene tanto termoeléctricas como hidroeléctricas e incluso generadores eólicos. No vemos entonces la razón por la cual sólo se deba implementar un modo de suministro energético. Creemos que se pueden utilizar varias alternativas, incluso algunas como el biodiesel.

Sin embargo, esta diversidad energética deberá esperar, a nuestro juicio, por lo menos unas décadas en hacerse efectiva. Bien sabemos que el biodiesel también tiene detractores, pues se estaría utilizando recursos que de otra forma irían a la industria alimenticia, por lo que debe ser utilizada con moderación, ya que Chile no cuenta con tierras de cultivos lo suficientemente extensas como satisfacer, además de las necesidades alimenticias, las necesidades energéticas. También existe la posibilidad de comprarlo en el extranjero, pero con ello volvemos al punto de la dependencia energética que planteamos anteriormente.

El hidrógeno, en cambio, puede obtenerse virtualmente de cualquier parte, y hoy en concreto, se está obteniendo del agua, lo que Chile, con su amplio litoral, tiene en abundancia.

En síntesis, nos inclinamos por implementar la energía de hidrógeno a través de buckybolas, pero esta no será la única fuente energética del país. Otras alternativas de apoyo serán la solar y la eólica, además del biodiesel siempre y cuando este no nos lleve nuevamente a la dependencia energética.